martes, enero 03, 2006

Queja Casa Melilla en Barcelona 30/09/1997


En  mi reciente visita obligada, moral y sentimentalmente, a Melilla con motivo de los fastos del 5º Centenario, aparte de ver lo bonita que está quedando la ciudad,  la cantidad de edificios que se les ha lavado la cara,  el puerto deportivo construido donde nos bañábamos de chaveas y el monumental edificio emblemático en el antiguo cargadero de mineral, las  Cuevas del Conventico, los Algibes,  el Museo, los dos parques pulmonares, la cantidad de vehículos que circulan por la ciudad sin apenas aparcamiento, eso es una de las pocas cosas que me ha disgustado,  y la alegría con que todo el mundo vive estos Quinientos tacos de almanaque, tengo que poner una nota, no discordante, porque lo que deseo con esta carta, o lo que quieran llamarla, es manifestarme públicamente, y a ser posible poner algo de paz en los ánimos de muchísima gente, melillense foránea, que no veíamos desde lejanas edades, concretamente a los llegados de Barcelona, que con todos mis respetos y cariño, por la amistad que me une a ellos me comentaron, con bastante enfado, que se sentían defraudados con las autoridades o mandamases de la ciudad. Yo no sé con exactitud los miles de melillenses que hemos viajado a Melilla y nos emocionamos con los recuerdos de hace décadas. Puede que estas autoridades tengan otros datos y me rectifiquen y piensen que los melillenses que nos encontramos en esta orilla, algunos esperaban otra cosa. Mis entendederas con respecto a todo esto es un poquitín nula, de verdad que no entiendo cómo las autoridades no hicieron algo al respecto y no me refiero a ofrecernos, a los que vinimos de fuera, una copa de vino español en la plaza de toros un día determinado. En el aeropuerto, otro día comentaré la odisea de nuestro equipaje, de mi esposa y mío, existe un  bonito mostrador con una señorita toda ella llena de simpatía y cordialidad donde igualmente que informa a los recién llegados de lo buenos que somos los melillenses y lo coqueta y reluciente que está la ciudad en su 5º Centenario y lo bien que lo pasarán en ella debieran haber igualmente informado mediante un cartelón a todo aquél melillense que vuelve a su ciudad  que será bienvenido muy especialmente.  Yo creo que muchos de los que hicieron comentarios negativos hubiesen cambiado de opinión y ahora estarían más contentos. Contaban los viejos, entre ellos mi padre,  que la compañía que existía antes que la C.O.A. se llamaba O.A.M.S.A.     Ómnibus Automóvil Melilla Sociedad Anónima, pero como en Melilla siempre ha habido gracia para sacarle punta a todo, los mas jóvenes de entonces decían que eran las abreviaturas de: “¡Oh! Animales Melillenses Subirse Aquí”. No quiero decir con esto que en el cartelón figurase una frase en parecidos términos jocosos. Pero si la frase hubiese sido: “La Ciudad de Melilla saluda a todos los melillenses venidos de fuera”, con ese matiz que carece de importancia creo que mucha gente se hubiese ido mas contenta. Y si no gusta pues que los asesores de marketing del Ayuntamiento o Ciudad Autónoma hubiesen redactado otra en la que los que estamos fuera de la ciudad nos hubiésemos sentido aludidos  Oye mira que atentos son, Melilla nos saluda a los hijos que residimos fuera. Poco mas o menos este hubiese sido el comentario de cualquiera.
Hubo alguien que decía que las autoridades locales, y mucha gente residente en la ciudad, estaban muy molestas por la no presencia de nuestro monarca o en su puesto el Presidente del Gobierno, en los fastos y felicitar el 5º Centenario a todos nosotros. Los motivos tienen que ser muy gordos para que nuestro Jefe de Estado y el de Gobierno enviasen un ministro con cara de buena persona y sonrisa sana para no disgustar a nuestro vecino. Melilla es tan peculiar en todos los aspectos, tanto históricos, políticos o comerciales que quienes conozcan su pasado pueden entender el presente Yo creo que alguien enfadado tiene pocas ganas de fiestas y guateques, así que vamos a perdonar los errores y pelillos a la mar. Me consta que las autoridades locales han hecho lo imposible para que todo saliera como Dios manda. Yo les felicito.