martes, enero 03, 2006

Escudo de Melilla

En 1985 yo pensaba en lo desgraciada que era Melilla, puesta en boca de todo el mundo queriéndosele buscar mas de lo que había y donde mucha gente escribía sin ton ni son llamándonos racistas a todos los nacidos en la ciudad. Los sucesos ocurridos en la Plaza de España, promovidos por el dirigente musulmán que quería emular a Abdelkrín creyendo que estabamos en 1921 e ignorando que España no era la misma de aquella época, fueron motivo de que yo buscase algo parecido a lo que a mi ciudad le estaba ocurriendo. La idea me la dio un libro turístico escrito por el Señor Constantino Domínguez Sánchez, que describe en síntesis y con maestría la historia de nuestro escudo, siendo la del dragón con su lanza clavada en su boca la que más me gustó.
La leyenda "Preaferre Patriam Liberis Parenten Decet" propia de los Guzmanes, las dos calderas con siete sierpes en cada una, el manto que cubre las dos columnas con el "Non Plus Ultra", todo ello lo tenía visto desde que tengo uso de razón. Recuerdo que cuando niño en la Plaza de España veía al Guzmán con el ademán de lanzar el puñal, me parecía real la escena que el pobre tuvo que representar en Tarifa entregando su hijo a los moros sitiadores.  La de la figura del dragón aguantando todo el escudo la leí muy interesado en la historia de Alonso Pérez de Guzmán y de Aben Jacob, donde aquél ayudó a éste a matar a una gran serpiente que devoraba a todo el que se le ponía por delante, ganado e incluso personas, ocurriendo todo  en los alrededores de Fez. Y Aben Jacob en agradecimiento le concedió a Don Alonso la figura del dragón como pieza de escudo.
Como digo anteriormente me imaginaba a la Península y Melilla igual que el escudo y el dragón; los dos están en los mismos sitios respectivamente y por eso me tomé la libertad de escribirle un poema un poco contestatario. Porque como todo el mundo sabe, los melillenses residentes en la Península calibramos y sufrimos todo el desdén y desidia de algunos compatriotas, y en aquellos meses el recrudecimiento era de tal virulencia que me dio por escribir estos versos, a alguien les parecerá una cursilada pero créanme lo hice con una rabia y una mala leche tan contenida que pensaba nunca lo leería otra persona. Hace unos días un señor muy "puesto" en historia me hizo un pequeño esquema de lo que es Melilla y lo que debiera ser en el futuro. No pude comulgar con sus ruedas de molino por lo grandes y cenagosas que eran y tragarme los sapos mucho menos, así que en mi interior me
alegré porque ahora tengo la oportunidad de que este señor pueda conocer algo de nuestro escudo.

Heráldico escudo de León y Castilla,
con gules los castillos y plata sus leones.
Como un antepasado en Tarifa,
un Guzmán lanza un puñal.
Sus dos calderas de serpientes,
siete son en cada una.
El Non Plus Ultra con sus columnas,
como algunos Grandes de España,
manto y corona llevan.
El dragón que aguanta el escudo,
en la boca una lanza clavada lleva.
Melilla al igual que su dragón
y en el mismo sitio en España,
una espina lleva clavada
por algunos españoles
por su sinrazón.