martes, enero 03, 2006

Concierto Orquesta Ciudad de Melilla 09/12/1997

Hace unos días me entregaron un programa de mano donde dice que el día 8 de Diciembre en el conservatorio María Cristina, aquí en Málaga, se iba a celebrar un concierto por la banda municipal y la orquesta “Ciudad de Melilla”.  Como melillense y algo entendido en lo que dicen los pentágramas, me planté con mi esposa en la plaza de San Francisco, sede del María Cristina. Allí estaba mi gran  amigo del alma, Paco Roldán, como músico invitado (tuba) en compañía de Castillo (tuba) y Pepe Jiménez (batería). Habían hecho una gira a Sevilla, Granada siendo la última la ciudad de Málaga donde actuaron. Yo tengo la costumbre, cuando veo a algún amigo entrañable como Paco Roldán  preguntarle de todo.  Él con su eterna sonrisa algo burlona me va contestando a todo diciéndome que no le amontone las preguntas, que se las haga una a una. Una de ellas era si la banda y la orquesta sonaban redondas y con plasticidad, su respuesta fue que me sentara en el patio de butacas y prestara iodo. Y bien que los puse atentos. Me comentó que estaba próximo a ver la luz un grupo de Cámara y otro de Metales nacidos de la misma Banda. Mi modesta opinión, y a tenor de haber iodo la música dirigida y ejecutada por las dos agrupaciones,   es que debía ser llevado por la dirección de Angel Lasheras Canales, autor y director.  Al mismo tiempo felicito al Área de Cultura y al Presidente de estos grupos Señor López Gómez.
Tengo que decir que la Casa de Melilla en Málaga ha colaborado en todo el entramado del concierto, al menos eso es lo que figura en el programa, por cierto, con la letra muy pequeñina. El concierto se componía de cuatro partes: en la primera “El K´asar El Yedid”, de Mollor,“El Baile de Luis Alonso”, de Giménez, el intermedio de “La Leyenda del Beso”, de Soutullo y Vert y la “Suit Alicantina” de Dorado. Estas fueron ejecutadas por la banda municipal siendo aplaudidas por el público, en particular, “El Baile de Luis Alonso” Y “La Leyenda del Beso”, las mas conocidas. En la segunda parte, la Orquesta Sinfónica  le metió mano al  Allegro Moderato de la sinfonía nº 8 en Sí m, incompleta, de Schubert. Como amante de la música que te llega al alma no salía de mi asombro. Lo estaban haciendo fabulosamente bien. Mi ciudad, mi Melilla con una banda y una orquesta como las grandes ciudades, de verdad que sentía el orgullo a flor de piel. En la tercera parte la soprano, Mari Carmen Gálvez, que según me dijeron, también toca la flauta, vestida con un traje largo color rojo y enfundada por los hombros con una mantilla de un color, a mi parecer blanco, cantó como los propios ángeles la romanza de “Los Claveles”,el chotis de “La Gran Vía” y acabando su actuación en “La Tabernera del Puerto” con el romance marinero. Los aplausos del público, aproximadamente media entrada, la gran mayoría de la Casa de Melilla, eran merecidos. De verdad que la voz de ésta chica no tiene nada que envidiar a ninguna diva. Su voz era tan potente que no necesitó que le arroparan los músicos con sus instrumentos, se le pudo oír con toda su fragancia en los tonos. La cuarta parte entre la Banda y la Orquesta Sinfónica, juntas las dos, nos deleitaron con “Alvarez Claros” de Daniel Simón, la “Danza Para Melilla”, de Angel Lasheras. Sobre esta “Danza Para Melilla” tengo que decir que su plasticidad, sonoridad y el lucimiento de los trombones me sabían a aromas andaluz y levantino. No sé si el autor y director de la misma me dará la razón. Yo encontré su música de un colorido poético y tímido en el crisol de todo lo español y nuestra idiosincrasia melillense. Desde aquí lo felicito por ser un músico que le canta a mi tierra, que es la suya, brindándole esa flor danzante. Y como colofón nuestro “Himno Oficial De La Ciudad De Melilla”. Ana Riaño es la autora de la letra, como todo el mundo sabe, y Lasheras el que le ha puesto música. Aquí nos pusimos todo el mundo en pié y lo escuchamos con la devoción y el respeto que nos merece. Desgraciadamente no poseo la letra, de haberla tenido mi voz hubiese acompañado los acordes grandiosos que Lasheras ha compuesto para nuestro Himno. Los aplausos fueron largos y emotivos. De verdad que observé a algunas personas emocionadas, entre ellas este que les escribe.
Como el más humilde aprendiz de juntar palabras, desde estas líneas, deseo hacerles un pequeño homenaje a todos los componentes de las dos agrupaciones musicales, por su perfecta ejecución en todas las partituras, por su elegancia dejando el pabellón melillense a la altura de las grandes orquestas nacionales. A su director le deseo que siga componiendo y dirigiendo música para que la gente de Melilla siga teniendo ese privilegio que muy pocas ciudades de las mismas características lo tiene.
                         Reciban un saludo.


                                   Juan Aranda López