Melilla Enero 1991
Cuando un aprendiz de juntar palabras como yo, desea escribir
algo de la ciudad que le vi¢ nacer, intenta hacerlo lo mejor
posible, con la mente y el coraz¢n puesto en ello. Rememorando la
ni¤ez que pas¢ en la ciudad, desgranando las vivencias de la
primera juventud, el recuerdo de los seres queridos que descansan
en el cementerio de h‚roes. Ese pedacito de tierra es la
inquietud que aviva un porcentaje de la existencia y el
pensamiento de espa¤ol. Para Don Jose Ortega y Gasset, Melilla
habia ejercido una desmesurable e irritable influencia sobre su
generaci¢n. Este se¤or, con todos mis respetos hacia su persona y
su obra, extensa como todo el mundo sabe, debiera haber
reflexionado antes de manifestarse como lo hizo. Gabriela Mistral
decia que: " la imagen materna de la tierra, es una actitud de
una madre con su hijo en brazos, sus criaturas (seres y frutos)
en los anchos brazos". Cualquier viajero que por primera vez
llega a Melilla, se encuentra una ciudad moderna, europea en toda
la extensi¢n de la palabra, construida hace noventa a¤os, con
visi¢n futurista para las necesidades actuales. Los edificios, la
mayoria de estilo modernista, envidia de arquitectos, construidos
por un catal n, Don Enrique Nieto, alumno de Gaud¡.
Melilla est tan inmersa dentro de la historia de Espa¤a, que
se remonta al a¤o 553, poco mas o menos cuando Tiberio Claudio
Ner¢n Germanico organiza la Mauritania Tingitana, siendo Tingis
(Tanger) y Rusadir (Melilla),las que organizan juridica y
administrativamente toda la regi¢n.
A Melilla, los Vandalos, la destruyeron arrasandola toda, y
en el 614, el rey godo Sisebuto la denominaria Mauritania
Transfetana, y Rusadir (Melilla) quedaria bajo la geopolitica de
Hispania. En el 935 el rey Muza del Nekor, rinde pleitesia a
Abderram n III, y pasa a la soberania del Califato cordob‚s.
Para todo aqu‚l que desee saber, debo decirle que Melilla
siempre estuvo bajo el poder peninsular, romano, bizantino, godo,
isl mico-peninsular-espa¤ol o cristiano, como lo es en la
actualidad, y que dure otros quinientos a¤os, si Dios quiere y
los gobernantes de turno no la cambian por un plato de lentejas.
Como es l¢gico, estas no llevarian el clasico choricito ni la
grasa que las hace tan ricas, por razones que todos conocemos.
Juridicamente, Melilla, ha sido territorio espa¤ol, nunca ha
estado vinculada al reino de Fez, y mucho menos a su continuador,
Marruecos. Cuando Don Pedro de Estopi¤ n lleg¢ a Melilla, como
todo el mundo sabe, la tom¢ para la Casa Ducal de Medina Sidonia.
Esta gesta ocurria el 19 Septiembre de 1497. Siete meses mas
tarde, el dia 13 de Abril de 1498, los Reyes Catolicos firmaron
una capitulaci¢n, otorgando a Melilla ciudad de se¤orio para la
Casa del Duque, como lo eran en aquellos tiempos, Jerez o Niebla.
Dicha capitulaci¢n dice mas o menos lo siguiente: "El Rey y la
Reina: Lo que por nuestro mandato se asent¢ con el Duque de
Medina Sidonia; e con Don Pedro Estopi¤ n, su contador, e con
Mart¡n Bocanegra, alcaide de Medina Sidonia, ambos en su nombre,
para la guarda e proveimiento de la cibdad de Melilla es lo
siguiente: Que Nos mandamos dar cargo a dicho Duque de la
tenencia e guarda de la dicha cibdad de Melilla, porque la tenga
por Nos cuanto Nuestra merced y voluntad fuere..."
Š El 7 de Junio de 1556 se firm¢ otra capitulaci¢n, y seg£n la
cual, Melilla pasa a ser de realengo, y se le confiere el mismo
trato que cualquier ciudad o pueblo de Espa¤a. Quiero aclarar que
desde el 13 de Abril de 1498 hasta el 19 de Marzo de 1812, estuvo
regulada por el Consejo Real de Castilla y las Cancillerias de
Sevilla y Granada. Las famosas Colonias o posesiones de
Ultramar, desde 1528 hasta 1705 estuvieron regidas por el Consejo
de Indias. Esto viene al caso de las manifestaciones que el
Partido Comunista, y su continuador, el descafeinado Izquierda
Unida, vienen haciendo sobre la espa¤olidad de la ciudad,
vertiendo en sus declaraciones todo el veneno que pueden, desde
los foros que muchos espa¤oles les han conferido con sus votos.
Estoy seguro que muchos seguidores de ese partido no comulgan con
esas ideas demagogicas y antiespa¤olas, y que por desgracia,
algunos, en su ignorancia de la historia de su Pais, escriben
lineas, que cuando alg£n espa¤ol de buena fe las lee, se
convierten en lanzas que se clavan en los corazones de los
nacidos en Melilla.
El 28 de Mayo de 1767, reinando Carlos III, nombra embajador a
Jorge Juan para que viaje a Marraquex y firme un tratado de paz
entre Marruecos y Espa¤a. En su articulo 19, entre otras cosas
dice lo siguiente: "...No obstante, para renovar dichos limites y
marcarlos con piramides de piedra se nombre al Alcaide Acher, de
Tetu n, y lo que este marcare y acordare con el comisario de
S.M.C. nombrar . S.M.I. lo dar por acordado y marcado, asi como
el plenipotenciario de S.M.C.". El 19 de Septiembre de 1774, Sidi
Mohamed rompe el tratado con el envio de una carta a nuestro
Carlos III, considerando deber suyo conquistar las plazas que
S.M.C. posee en el Norte de Africa. Haciendo ver que el tratado
en su totalidad no esta roto, solo que es un deber suyo que esas
plazas le pertenezcan, as¡ por las buenas. En una carta enviada
el 22 de Noviembre del mismo a¤o por su ministro Samuel Sumbel,
queda patente la aceptaci¢n por Marruecos de la espa¤olidad de
Melilla cuando al final de la misma dice... "En cuanto a las
Plazas que estan en Nuestros Dominios, y sobre lo que el rey de
Espa¤a reclama su derecho de pertenencia, no son ni nuestras ni
de El, pertenecen a Dios Todopoderoso, que las dar a quien le
plaza". Carlos III actu¢ como todo espa¤ol debe hacerlo cuando
alguien de fuera intenta arrebatarnos lo que es nuestro, dandole
un "revolc¢n" y obligandole a firmar otro Tratado de Amistad y
Comercio firmandolo en Aranjuez el 30 de Mayo de 1780, arreglando
los limites de Ceuta para el pasto del ganado del Presidio.
El 26 de Abril de 1860, se firma en Tetu n un tratado de Paz
y Amistad, bastante ventajoso para Espa¤a, para eso hab¡a ganado
la guerra, lo digo sin nimo de revanchismo. El 26 de Junio de
1862 se firma en Tanger el Acta de Demarcaci¢n de Melilla. Los
limites jurisdiccionales se confirmaron con el tiro de ca¤¢n de
24 como todo el mundo sabe, desde el fuerte de Victoria Chica, y
si miramos el plano de Melilla se ver que es un abanico, cuyo
vertice se encuentra en la Plaza de Espa¤a, punto en el que se
acord¢ partiera el v‚rtice que comprende el abanico de la actual
Melilla moderna. La demanda de las cabilas que se encontraban en
los terrenos descritos fu‚ notoria, y el rey de Marruecos en vez
de indemnizarles, recurri¢ a la reina Isabel II, mandando esta a
su Representante en Tanger a Marraquex, Don Francisco Merry ŠColom, cuyo trabajo diplom tico fu‚ magnifico, ya que consigui¢
que el principe Muley Abbas, hermano del rey Sidi Mohamed y
General en jefe del ejercito Marroqu¡ en la guerra de 1859-1860,
se diera una vuelta por Melilla e indemnizara a los cabile¤os que
se quedaron sin tierra con 1.200 caballos y 85000 duros de platas
espa¤oles de los de entonces. El comandante Don Jose Lopez de la
C mara y el capit n Don Francisco Paz Quevedo, ambos del Cuerpo
de Ingenieros, y por parte marroqu¡, el capit n de Ingenieros
Sidi Ahmed Mokadem, el capit n de Artilleria Si Abd-Allah
Mukanmed; y los civiles SI Al-la Hach y Hache Mohammed. Estas
fueron las personas encargadas de fijar la demarcaci¢n del
perimetro de lo que hoy es nuestra Melilla, la moderna, dejemos a
Rusadir como est , ciudad castellana antigua y monumento
hist¢rico artistico nacional, esto era Espa¤a cuatrocientos a¤os
antes que se le agrandara con la Demarcaci¢n.
En el a¤o 1985, cuando los problemas de la Plaza de Espa¤a,
dirigidos por el siniestro personaje sedicioso, huido a su Pais
de origen, en unas de sus alocuciones radiofonicas, con la gran
demagogia que caracteriza muchos de los vecinos que tenemos al
otro lado de la frontera, y que tan bien dirigia a su pueblo,
enga¤ado ‚ste al final, no tuve mas remedio que sonreir cuando
dijo, que donde hoy se encuentra la Delegaci¢n del Gobierno,
antiguo cargadero del mineral, toda esa franja de tierra era de
su abuelo. Yo creo que de los 1.200 caballos y los 85.000 duros
que se repartieron, su abuelo se llevar¡a alguna tajada.
Creyendonos lo que dice sobre la propiedad de su antepesado,
lo que es creer de verdad, es en que se le vi¢ el plumero de
color verde oliva marroqu¡.
Todo lo escrito est entresacado de la historia, una historia
plagada de gestas y heroicidades protagonizadas por millares de
compatriotas que dejaron su sangre inmortalizada en el recuerdo
constante de todos los espa¤oles que sentimos a Espa¤a en ese
trocito de Africa que nos vi¢ nacer.
Juan Jesus Aranda Lopez
Malaga Enero de 1991
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