Minas 19/05/1998
Muchos de ustedes sabr n que Melilla la Vieja, El Pueblo
para nosotros, est minada de galerias por muchos sectores, las
famosas minas que construyeron nuestros compatriotras hace siglos
para comunicar los distintos fuertes con los recintos
amurallados de la ciudadela. Recuerdo un pasadizo que tiene una
entrada por el front¢n, campo de futbol terroso donde sol¡amos
pegarnos palizas futboleras los ni¤os de Ataque Seco y algunos de
otros barrios, parque de Lobera con salida a la espalda de
Victoria Grande, prisi¢n, justo en un barranco cortado que da al
mar. ste pasadizo es angosto, supongo que como todos ellos. No
s‚ los metros que debe haber, pero s¡ recuerdo el corto espacio
de tiempo que tardabamos por el miedo que pasabamos cada vez que
alg£n gracioso dec¡a, cuando jugabamos a la pelota: "mariquita el
que no entre y llegue hasta el final." Y el final no era otro que
el acantilado besado por las olas a espalda del fuerte Victoria
Grande. El sal¢n de la reina y la sillita del rey eran, creo
recordar, los cruces de caminos donde se llegaba a los dos
fuertes Victoria, y un pozo, dec¡an los mayores, que llegaba al
nivel del mar, y les aseguro que o¡amos sus bramidos. Alguno se
preguntar c¢mo unos chaveas, qu‚ palabra mas bonita y mas
melillense, verdad ?, se adentraban en esas galer¡as tan l£gubres
y peligrosas. La explicaci¢n es sencilla, la curiosidad infantil
de descubrir cosas es una constante en todos los ni¤os, y los de
Melilla ten¡amos un tesoro que no le dabamos mayor importancia
porque estaba ah¡, al alcance de cualquiera de nosotros, sabiendo
el peligro que entra¤aba el introducirnos en esos pasadizos y que
el final pod¡a ser un castigo muy severo por parte de nuestros
padres. Pero a pesar de todo disfrutabamos, mas cuando sal¡amos
que cuando entrabamos. Luego ven¡an los relatos est¡lo caza y
pesca fanfarrona, que si yo he llegado a la sillita del rey y tu
te rajaste, que si fulanito se me¢ "porlaspatabajo", otro d¡a
tenemos que llegar a la torre de Santa Barbara o al castillo del
Gurug£, etc. Cuando fu¡ mayor y la curiosidad no ‚ra adentrarme
en las minas, si no leer la historia de mi ciudad y sus
fortificaciones, supe que hasta el Gurug£ no llega ning£n
pasadizo, y que el fuerte de Santa B rbara no ‚ra fuerte, si no
un torre¢n que exist¡a en la Plaza de Espa¤a justo donde hoy est
el casino militar y el banco de Espa¤a, demolido a principios de
‚ste siglo y que sirvi¢ de v‚rtice para las mediciones de la
cesi¢n, a perpetuidad, por parte de Marruecos el 26 de Junio de
1862, cuando firmaron en Tanger el Acta de Demarcaci¢n de lo que
es Melilla moderna, o sea 2900 metros desde el banco de Espa¤a
hasta la Posada del Cabo Moreno, y desde ah¡ trazando un arco de
9695 se¤alando con 17 estacas hasta Rostro Gordo. Como ver n la
frontera est en el arroyo de Beni Enzar, y la tierra de nadie es
de alguien, lo entienden ?, que por obra y gracia de todos los
gobiernos que hemos tenido, nuestro vecino se la ha cepillado.
Pero eso es otra historia y a mi me gusta recordar y hacerle
recordar a ciertas personas que las reivindicaciones se hacen
cuando existe una base solida.
En el 1985, a¤o luctuoso por la p‚rdida de los que me dieron
la vida, y los continuos y obligados viajes a Melilla, hab¡a un
personaje que sal¡a cada d¡a en los papeles, queriendo emular a
Abdelkr¡n, sin darse cuenta que ni ‚l era el de Axdir ni
est bamos en la d‚cada de los veinte, mal actor de bufonadas
entre Madrid y Rabat que se erigi¢ en adalid de n‚, como dir¡a un
castizo, de una de las minorias ‚tnicas existentes en la ciudad.
hizo unas declaraciones a una emisora de radio diciendo que su
abuelo pose¡a una finca donde estaba el cargadero del mineral,
actual delegaci¢n del Gobierno. Claro que pod¡a ser cierto que su
abuelo, mas bien su tatarabuelo o varios tatas m s tuviera alg£n
terreno cerca de all¡, me inclino por la parte del barrio obrero.
Pero no dijo, por ignorancia, que a su tatatatarabuelo, como a
los que viv¡an en ese sector, vino el mism¡simo Muley Abbas, Šhermano del rey Sidi Mohamed, general en jefe derrotado firmante
de la capitulaci¢n a nuestro General Leopoldo O'Donell, vino a
Melilla con 1.200 caballos y 85.000 duros en plata de los de
entonces, pagados por Espa¤a, siendo una de las muchas
debilidades de nuestro Pa¡s para con nuestro vecino. Nuestro
plenipotencirio Don Francisco Merry Colom, enviado por nuestro
gobierno, fu‚ mas bi‚n diplom tico, pero no tan sagaz como su
interlocutor, pedige¤o hasta la saciedad, porque en realidad
esos caballos y esos duros deb¡a pagarlos de su erario por haber
perdido la guerra y entregarlos a los despose¡dos, y aqu¡ es
donde mi pregunta va lanzada a quien desee responder. No se
inform¢ ese personaje, estudios tiene y una carrerita
universitaria espa¤ola posee, ¨ sigue siendo espa¤ol y a£n puede
votar, o se ha borrado como tal ?, que su tatatatarabuelo recibi¢
algunos duros y caballos por la tierra que dejaba, pienso que no
ser¡an tantos a repartir, por lo que recibir¡an unas cantidades
sustanciosas. Todo ‚sto me viene a la memoria que hace unos d¡as,
el nuevo primer ministro marroqu¡ ha hecho unas declaraciones
"reivindicativas" para la configuraci¢n geogr fica de su pa¡s. A
m¡ todo ‚sto de configuraciones territoriales reivindicativas
sobre una base de barro no me dicen nada. Sobre la palabra
aut¢ctono, nuestra Real Academia de la Lengua dice: " D¡cese de
lo que ha nacido o se ha originado en el mismo lugar donde se
encuentra". Los que llegaron hace siglos y plantaron sus semillas
de vida espa¤ola en Melilla, todos los nacidos y criados en el
idioma espa¤ol, pregunto, ¨somos aut¢ctonos?. Much¡simas gracias.
para nosotros, est minada de galerias por muchos sectores, las
famosas minas que construyeron nuestros compatriotras hace siglos
para comunicar los distintos fuertes con los recintos
amurallados de la ciudadela. Recuerdo un pasadizo que tiene una
entrada por el front¢n, campo de futbol terroso donde sol¡amos
pegarnos palizas futboleras los ni¤os de Ataque Seco y algunos de
otros barrios, parque de Lobera con salida a la espalda de
Victoria Grande, prisi¢n, justo en un barranco cortado que da al
mar. ste pasadizo es angosto, supongo que como todos ellos. No
s‚ los metros que debe haber, pero s¡ recuerdo el corto espacio
de tiempo que tardabamos por el miedo que pasabamos cada vez que
alg£n gracioso dec¡a, cuando jugabamos a la pelota: "mariquita el
que no entre y llegue hasta el final." Y el final no era otro que
el acantilado besado por las olas a espalda del fuerte Victoria
Grande. El sal¢n de la reina y la sillita del rey eran, creo
recordar, los cruces de caminos donde se llegaba a los dos
fuertes Victoria, y un pozo, dec¡an los mayores, que llegaba al
nivel del mar, y les aseguro que o¡amos sus bramidos. Alguno se
preguntar c¢mo unos chaveas, qu‚ palabra mas bonita y mas
melillense, verdad ?, se adentraban en esas galer¡as tan l£gubres
y peligrosas. La explicaci¢n es sencilla, la curiosidad infantil
de descubrir cosas es una constante en todos los ni¤os, y los de
Melilla ten¡amos un tesoro que no le dabamos mayor importancia
porque estaba ah¡, al alcance de cualquiera de nosotros, sabiendo
el peligro que entra¤aba el introducirnos en esos pasadizos y que
el final pod¡a ser un castigo muy severo por parte de nuestros
padres. Pero a pesar de todo disfrutabamos, mas cuando sal¡amos
que cuando entrabamos. Luego ven¡an los relatos est¡lo caza y
pesca fanfarrona, que si yo he llegado a la sillita del rey y tu
te rajaste, que si fulanito se me¢ "porlaspatabajo", otro d¡a
tenemos que llegar a la torre de Santa Barbara o al castillo del
Gurug£, etc. Cuando fu¡ mayor y la curiosidad no ‚ra adentrarme
en las minas, si no leer la historia de mi ciudad y sus
fortificaciones, supe que hasta el Gurug£ no llega ning£n
pasadizo, y que el fuerte de Santa B rbara no ‚ra fuerte, si no
un torre¢n que exist¡a en la Plaza de Espa¤a justo donde hoy est
el casino militar y el banco de Espa¤a, demolido a principios de
‚ste siglo y que sirvi¢ de v‚rtice para las mediciones de la
cesi¢n, a perpetuidad, por parte de Marruecos el 26 de Junio de
1862, cuando firmaron en Tanger el Acta de Demarcaci¢n de lo que
es Melilla moderna, o sea 2900 metros desde el banco de Espa¤a
hasta la Posada del Cabo Moreno, y desde ah¡ trazando un arco de
9695 se¤alando con 17 estacas hasta Rostro Gordo. Como ver n la
frontera est en el arroyo de Beni Enzar, y la tierra de nadie es
de alguien, lo entienden ?, que por obra y gracia de todos los
gobiernos que hemos tenido, nuestro vecino se la ha cepillado.
Pero eso es otra historia y a mi me gusta recordar y hacerle
recordar a ciertas personas que las reivindicaciones se hacen
cuando existe una base solida.
En el 1985, a¤o luctuoso por la p‚rdida de los que me dieron
la vida, y los continuos y obligados viajes a Melilla, hab¡a un
personaje que sal¡a cada d¡a en los papeles, queriendo emular a
Abdelkr¡n, sin darse cuenta que ni ‚l era el de Axdir ni
est bamos en la d‚cada de los veinte, mal actor de bufonadas
entre Madrid y Rabat que se erigi¢ en adalid de n‚, como dir¡a un
castizo, de una de las minorias ‚tnicas existentes en la ciudad.
hizo unas declaraciones a una emisora de radio diciendo que su
abuelo pose¡a una finca donde estaba el cargadero del mineral,
actual delegaci¢n del Gobierno. Claro que pod¡a ser cierto que su
abuelo, mas bien su tatarabuelo o varios tatas m s tuviera alg£n
terreno cerca de all¡, me inclino por la parte del barrio obrero.
Pero no dijo, por ignorancia, que a su tatatatarabuelo, como a
los que viv¡an en ese sector, vino el mism¡simo Muley Abbas, Šhermano del rey Sidi Mohamed, general en jefe derrotado firmante
de la capitulaci¢n a nuestro General Leopoldo O'Donell, vino a
Melilla con 1.200 caballos y 85.000 duros en plata de los de
entonces, pagados por Espa¤a, siendo una de las muchas
debilidades de nuestro Pa¡s para con nuestro vecino. Nuestro
plenipotencirio Don Francisco Merry Colom, enviado por nuestro
gobierno, fu‚ mas bi‚n diplom tico, pero no tan sagaz como su
interlocutor, pedige¤o hasta la saciedad, porque en realidad
esos caballos y esos duros deb¡a pagarlos de su erario por haber
perdido la guerra y entregarlos a los despose¡dos, y aqu¡ es
donde mi pregunta va lanzada a quien desee responder. No se
inform¢ ese personaje, estudios tiene y una carrerita
universitaria espa¤ola posee, ¨ sigue siendo espa¤ol y a£n puede
votar, o se ha borrado como tal ?, que su tatatatarabuelo recibi¢
algunos duros y caballos por la tierra que dejaba, pienso que no
ser¡an tantos a repartir, por lo que recibir¡an unas cantidades
sustanciosas. Todo ‚sto me viene a la memoria que hace unos d¡as,
el nuevo primer ministro marroqu¡ ha hecho unas declaraciones
"reivindicativas" para la configuraci¢n geogr fica de su pa¡s. A
m¡ todo ‚sto de configuraciones territoriales reivindicativas
sobre una base de barro no me dicen nada. Sobre la palabra
aut¢ctono, nuestra Real Academia de la Lengua dice: " D¡cese de
lo que ha nacido o se ha originado en el mismo lugar donde se
encuentra". Los que llegaron hace siglos y plantaron sus semillas
de vida espa¤ola en Melilla, todos los nacidos y criados en el
idioma espa¤ol, pregunto, ¨somos aut¢ctonos?. Much¡simas gracias.
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