domingo, enero 08, 2006

Diario El País 07/09/1998

En El País del 16 de Noviembre del pasado 1997 hay una entrevista, con solo cuatro preguntas y otras cuatro respuestas, que le hacen a Antonio Abad, escritor y autor de la novela : Quebdani : el cerco de la estirpe, novela que narra la historia de un muchacho de la tribu de Abdelkrín y los últimos españoles que salieron del Protectorado, también es Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla 1986. En la primera respuesta que da con respecto a su novela dice que es poco amable con el lado español, que es objetiva y está al lado del moro, que es el que más sufre, según él. Esa es una opinión muy de respetar de la que mucha gente no estará de acuerdo y podría ser matizada sin herir sentimientos de ninguna clase. En la segunda donde se le pregunta por qué el Protectorado era un eufemismo colonial, su respuesta es que allí, en Marruecos (Protectorado), nos metieron los ingleses para frenar la influencia nazi en Abdelkrín, y en 1927 llegamos con 200.000 militares y nos dieron una paliza y si los franceses no nos ayudan no lo hubiéramos contado. Dice también que algunos españoles lo querrían matar, no sería para tanto, porque dice que al Protectorado fueron muchos andaluces a trabajar para defender intereses catalanes y vascos. Todo esto lo dice de un tirón, y para mí que ni siquiera se ruborizó. Debiera saber que Abdelkrín fue adicto a la causa prusiana y eso fue una de las causas que le trajo su encarcelamiento en Rostro Gordo y su posterior fuga y movilización en contra de España. Como anécdota diré que llevaba una especie de dije colgado al cuello con la figura de un casco prusiano de la primera guerra europea, donde Hitler aún era un humilde cabo hijo de un ferroviario austríaco. Y cuando éste subió al poder, creo que Abdelkrín ya estaba en la isla de la Reunión confinado por Francia. Sobre los 200.000 militares que llegaron al Protectorado y la paliza que les dieron los moros, tengo que decir que el 17 de Julio de ese mismo año, o sea, 1927, el General Don José Sanjurjo y Sacanell, Jefe del Ejercito de Operaciones, desde su Cuartel general en Bab Taza anunció el final de la Guerra de Pacificación en Marruecos. La paliza a que se refiere se la dieron al General Silvestre, costándole la vida, lo digo así porque su cuerpo no fue encontrado en Annual, Monte Arruit ,etc. en el famoso Desastre. Donde dice que España habla mucho del Imperio y poco de los desastres, en este de Annual por la cantidad de sangre derramada, creo que es de los que más se ha hablado en estos sesenta años. Sobre el desencuentro, creo que se refiere a los dos pueblos, le diría que dado el carácter como nuestro tiempo, que según el no es como el inglés que es de oro, sino lento y fluyente como el islámico, pues así llevamos 500 años y no creo que nos vaya tan mal. Algunas discusiones de vecindad ha habido y las habrá entre los dos. Y ahora viene la guinda, esta , creo que la dejó para la última para que no hiciera daño. ¿No son Melilla y Ceuta polvorines sin apagar?, le pregunta el periodista. Contesta diciendo que él tiene la teoría de las tres banderas: el régimen autonómico de Melilla, con España y con Marruecos. Habría que darle una solución a lo andorrano. Atendiendo la gran cantidad de intereses económicos que existen habría que convertirlas en una especie de Corte Inglés al aire libre. Yo creo que después de esto ni se inmutaría, quedándose tan pancho. Y se imaginan ustedes una ciudad como Melilla convertida en un zoco de proporciones gigantescas. Se imaginan ustedes qué pensarían esos soldados que dejaron sus vidas en el Gurugú, Annual, Tarfesit, Igueriben, Monte Arruit y tantas otras poblaciones; y los que defendieron las murallas en los pasados siglos, qué hacemos con sus memorias, dónde colocamos su historia. Los féretros escondidos en la tierra acantilada de la Purísima, como las raíces de un nogal centenario, se agitarían. Supongo que al soldado de la Plaza de España habría que bajarlo de su pedestal para que no lo viéramos llorar de pena y rabia al ver unos compatriotas destrozar lo que tanto costó. Sé que para algunos lo que he dicho les parecerá una arenga patriotera o una cursilada y nada mas lejos de eso, creo que a estas personas, habría que darles un cursillo de historia de su País y que se dejaran de tanta demagogia que confunde al personal. A lo mejor el confundido soy yo. En ese caso le pido humildemente disculpas por mi atrevimiento. Debe saber que como yo hay gente que tiene una cuerda muy sensible respecto a Melilla que apenas la rozan suena como un resorte que no salta, su sonido es mas bién dulce y armonioso. Reciba un saludo.